FRANQUICIA MARTINETS ARRANZ MARTI

                  Croissants irresistibles. Oportunidad imparable

Martinets Arranz Martí es la oportunidad de inversión segura, rentable y con gran potencial de crecimiento que estabas buscando. Nuestro innovador modelo de negocio se especializa en la elaboración y venta de repostería 100 % artesanal, con las auténticas martinets como producto estrella, elaboradas siguiendo recetas tradicionales que combinan la calidad del mejor hojaldre con sabores locales..

                   Tu éxito, respaldado por nuestra experiencia

Al unirte a nuestra Martinets Arranz Marti, accedes a un modelo de negocio sólido y respaldado por una estructura integral: desde el diseño y equipamiento del local hasta acuerdos preferentes con proveedores, software de gestión adaptado y estrategias para optimizar costes. 

Recibirás formación inicial y continua, asesoramiento legal y comercial en tiempo real, y apoyo diario en la gestión. Contarás con zona de exclusividad, ayuda para acceder a financiación, y herramientas de marketing local, branding y promociones que incluyen eventos, campañas con influencers y presencia activa en redes sociales. 

 Además, disfrutarás de un catálogo dinámico con nuevas recetas, productos especiales por temporada y técnicas de venta cruzada para maximizar ingresos. Todo ello con el respaldo constante de la central.

                    Sector en auge: croissants gourmet que generan rentabilidad

En los últimos años, el mundo de la pastelería ha vivido una transformación notable, con el croissant como uno de los grandes protagonistas.

Esta tendencia ha despertado el interés de un público cada vez más exigente, que busca no solo sabor, sino también originalidad, estética y una conexión con lo artesanal.

El croissant ha pasado de ser un desayuno común para convertirse en un producto gourmet y, en muchos casos, en el eje de propuestas creativas y virales en redes sociales.

                      Un negocio sencillo

Para poner en marcha un Martinetes Arranz Martí basta con un local de al menos 40 m², con licencia de apertura general y sin necesidad de salida de humos. 

La distribución en un solo espacio aglutina obrador y zona de venta, permitiendo operar con 1–3 empleados de forma eficiente. No se exige licencia sanitaria de clínica, lo que simplifica los trámites de apertura y reduce los costes operativos, al tiempo que garantiza una experiencia de compra cercana y auténtica.