LA TAPA DEL FRASCO, COMIDA SANA Y DE CALIDAD SIN COCINAR

La franquicia española cuenta con establecimientos en Panamá, Huelva, Punta Umbría y Sevilla con una gran aceptación por parte del público.
Cuando Enríque Ordóñez, un gaditano-sevillano quiso montar un negocio en Panamá relacionado con la restauración, analizó con 56 empresarios hosteleros cuáles
eran los principales escollos con los que se encontraban este tipo de empresarios. De ahí se identificaron varios obstáculos:
el coste de los equipos de cocina, el control de los alimentos frescos, las mermas que provocan los perecederos, la estabilización de sabores y los problemas con el
personal de cocina. Una vez identificados todos estos problemas, Ordóñez creó su propia franquicia de bares donde, con un concepto de abacería moderna, se elimina la cocina puesto que todos los platos que forman parte de su carta es de comida “conservada”,que no son conservas. En el menú de La tapa del Frasco (C/ Virgen de la
Cinta, 5) se pueden encontrar: enlatados, enfrascados, encurtidos, embutidos, curados, precocinados y congelados. Todo ello con una calidad tan alta que no desmerece de cualquier plato nacido entre fogones. Los productos que se utilizan en la carta de La Tapa del Frasco son fruto de una búsqueda intensa del creador de la franquiciapor los mercados de España, Portugal y Estados Unidos visitando conserveras y empresas de transformación alimentaria.
Un duro y concienzudo trabajo de campo que ha dado como resultado que el cliente del bar pueda degustar productos tan especiales como pimientos rellenos de bacalao llegados directamente desde San Sebastián ( de la marca Como en Donosti), las conocidas patatas fritas de La Coruña (Bonilla a la vista), o elaborados en Andalucía como las conservas de toda la vida: Usisa, Tejero, etc. Todas con una premisa: sin conservantes ni colorantes.