Joel: "La sastrería tradicional para mi está obsoleta. Este año cerraremos por encima de 250.000€ de facturación".
Hay muchas formas de ganarse la vida y no todas pasan por una oficina. Sin embargo, los oficios tradicionales y los negocios artesanales lo tienen cada vez más difícil en un contexto dominado por la moda rápida, la producción en serie y el auge de los grandes centros comerciales, que han cambiado los hábitos de consumo y han ido desplazando a los comercios especializados.
En este escenario se encuentra la sastrería, un oficio que ha tenido que adaptarse para no desaparecer. Sobre esta realidad ha hablado Joel, fundador de Blackpier, una marca de sastrería moderna con presencia en distintos puntos de España. En este caso, en Málaga, ha concedido una entrevista al canal de YouTube Adrián G. Martín, donde da voz a emprendedores y pequeños empresarios.
"La sastrería tradicional, como entendemos como tal, como el sastre que cose, para mí está obsoleta. De hecho, cuando empezamos el negocio, nosotros analizamos qué es lo que le faltaba al negocio, que estaba decayendo, para que pudiera volver a subir. Y yo la sastrería, tanto el tiempo de entrega como los precios que se pagan por sastrería tradicional, lo hace muy poco accesible".
"Lo que hacemos es una medida democratizada, que todo el mundo pueda acceder a nuestros trajes. El traje más barato sale a partir de 450 euros, una chaqueta y un pantalón a medida, hasta 1.700 o 1.800 euros, y hay trajes de talla estándar de marca Hugo Boss, por ejemplo, que rondan los 800 o 900 euros".
"Hoy en día, una tienda de 130.000 habitantes, como es Lleida, donde también estamos nosotros, este año vamos a cerrar por encima de 250.000 € de facturación, con un margen del 50%, es margen bruto. Y a partir de aquí, dependiendo de si el franquiciado es autoempleado o es inversor, pues ya tiene una rentabilidad u otra. Facturar mucho o poco no es importante, sino qué margen te queda después de factura. Hay gente que factura millones de euros que tiene pérdidas".
"El alquiler y el personal es el gasto más grande, aunque no sea muy grande. Al final, nosotros tenemos calculado que hasta 100.000 euros lo puede hacer una persona. Esto ya te permite desahogarte mucho. Tenemos clarísimo que nuestras ubicaciones no se encuentran en una ubicación 'prime', sino que valoramos tener más metros cuadrados para hacer una experiencia al usuario mucho mayor que no tener un local de 50 m2 que nos cueste el doble", revela el sastre.